En la segunda, empató a cero contra el débil Murcia en el Metropolitano, y este resultado dio la voz de alarma en el Club. Para este año Talleres trajo refuerzos para lograr el objetivo, con 18 bajas, y 15 refuerzos, el matador buscaba el tan ansiado ascenso. Talleres llevó un promedio de 30 mil personas a todos los partidos. Entre ellos, Javier Villarreal, un jugador salido de la cantera del club que venía de jugar en Nacional de Paraguay como uno de los símbolos más importantes para el elenco albiazul.